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El coche de sustitución es un derecho del perjudicado en un accidente de tráfico

Si te dan un golpe o te ves implicado como perjudicado en un accidente de tráfico y esta situación te lleva a quedarte sin tu vehículo, tienes derecho a un coche de sustitución mientras el tuyo se repara. Lo dicta la regulación vigente, apoyada desde 2013 por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, y reiterada por varias sentencias judiciales.

El Servicio de Reclamaciones de este órgano administrativo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital recuerda en sus memorias desde hace nueve años que a las víctimas de accidentes no se les está aplicado correctamente la legislación sobre el seguro. En concreto, las memorias de 2017 a 2020, ambas inclusive, afirman:

“Asimismo, se han resuelto expedientes en los que las entidades de los responsables no indemnizaron a los perjudicados en accidentes de circulación por los perjuicios, derivados y debidamente probados, de la imposibilidad de utilizar el vehículo hasta el abono de la indemnización. En estos expedientes se indica que las aseguradoras de los vehículos culpables deberían proporcionar un vehículo de sustitución de similares características al siniestrado o reembolsar el coste del alquiler de un vehículo o de los medios de transporte utilizados por el perjudicado, hasta el abono de la indemnización, siempre que el perjudicado acredite la necesidad de contar con un vehículo durante el tiempo que reste hasta el pago total de la indemnización”.

A pesar del amparo legal, la realidad es que un porcentaje ínfimo de los clientes exige el coche de sustitución al que tiene derecho mientras el suyo pasa por el taller como consecuencia de haber sido el perjudicado en un siniestro. Por eso, desde Accidente sin culpa facilitamos un vehículo de características similares a nuestros clientes. Tanto si este es un particular como, ¡importante!, si es un profesional.

Lucro cesante

En el caso de los autónomos, estos pueden, además, realizar una actividad mercantil con el vehículo siniestrado, caso de, por ejemplo, un repartidor o un veterinario.

Probablemente, el coche de sustitución no esté adecuado a la actividad profesional. En tal caso, la compañía de seguros deberá pagar también la pérdida de facturación –o lucro cesante– al no poder trabajar durante el período que se está sin vehículo. Y deberán pagar por los días en los que no se dispone del vehículo, no por las horas de reparación.

Una reclamación que, por supuesto, también llevamos a cabo desde Accidente sin culpa.

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